Foto: © José Mª. Collantes González

Edificada a finales del siglo XV o principios del XVI, ha tenido sucesivas reformas a lo largo de los siglos y más acusadas en el interior ya que el aspecto general del templo es de estética barroca, con magníficos retablos como el del Altar Mayor, el de la capilla de las Animas o la capilla del Sagrario que cuenta además con una espectacular cúpula.

La fachada principal, obra del arquitecto Hernán Ruiz a mediados del siglo XVI, se divide en dos cuerpos y se remata con un frontón triangular.

La puerta principal la forma un arco de medio punto flanqueado por columnas toscanas. En el segundo cuerpo se enmarca el vano con dos pares de pilastras jónicas. En el tímpano del frontón se observa un azulejo con la imagen de Santo Domingo de Guzmán.