Una curiosa anécdota sobre este monasterio ocurrió durante la visita que hizo la Reina María Cristina de Habsburgo. Su prior se negaba a la entrada de la Reina, ya que su Regla disponía la prohibición de la entrada de mujeres en el convento. Como la visita no se pudo eludir, se ideó una solución para el problema... SOLUCIÓN: Cuando la Reina llegó al convento, un lego iba tras ella con una brocha y un cubo de cal, para señalar los ladrillos y losas que pisaba. Luego fueron arrancadas y sustituidas por otras nuevas que no habían pisado ninguna mujer. |