Foto: © E. Christian Moreno

El Ecce-Homo es de 1730 aproximadamente, obra del escultor Montes de Oca. Fue restaurada recientemente por Sánchez Peña. Contra lo que es habitual, el Cristo, maniatado y coronado de espinas, se cubre de un antiguo y rico manto de terciopelo rojo, bordado en oro, de longitud similar a los de las vírgenes.

Aparece en el paso flanqueado por Pilatos y un centurión romano, rememorando el pasaje evangélico en que Pilatos muestra al pueblo judío el Divino Redentor. El paso es de orfebrería plateada y dorada en los talleres de Angulo, en 1964.

La Virgen de las Angustias es obra atribuída a Fernández Guerrero, acompañada de San Juan Evangelista, de autor anónimo. Ambas obras son del siglo XVIII.

En los respiraderos del paso se abren capillitas, y en cada una figuran reproducciones de todas las patronas de los pueblos gaditanos. El palio es de encaje blanco, con manto azul. El techo de malla de plata bordado en el convento de las Filipensas de Sevilla en 1960.