Foto: © Archivo CadizNet Jerez en el siglo XVI, según grabado de la época.

En el siglo XVI, Jerez es una ciudad rica. La vieja nobleza guerrera, propietaria de tierras, va a convivir con los comerciantes foráneos, siendo estos dos grupos, junto con parte del clero, los que tengan el dinero y el poder. El resto de la población, que era la gran mayoría, se limitaba a sobrevivir.

Por un lado existía una clase, que podríamos denominar media, formada por artesanos y pequeños propietarios que podían vivir dignamente ejerciendo su oficio si no había ninguna crisis de subsistencia provocada por los malas cosechas, ya que en ese caso podían morir de hambre. El resto de la población vivía en la pobreza.

Esta situación social se reflejaba en la fisonomía urbana. Frente a suntuosos palacios, se extendía una ciudad paupérrima y con graves problemas, tanto de infraestructuras, como de salud pública.