La junta de Cádiz de 1810, de Ramón Rodríguez Barcaza

Es característico de estos cuadros de historia, además del gran formato, el interés iconográfico como en el que representa "La Junta de Cádiz de 1810", pintado por el gaditano Ramón Rodríguez Barcaza. El cuadro rememora los acontecimientos ocurridos en Cádiz en febrero de dicho año, cuando el pueblo gaditano fue intmidado para que se rindiera a las tropas napoleónicas al manod del mariscal Soult. El lienzo representa la fachada del Ayuntamiento de Cádiz en la Plaza de San Juan de Dios durante el histórico acto de la respuesta denegatoria a la propuesta de rendición y en él están representados y pueden ser reconocidos los personajes protagonistas de dicho acto.

El sentido de la exaltación y heroísmo que nutrió el tema histórico se fue abandonando, llegando a una pintura vacía de contenido, únicamente preocupada por la fidelidad de la iconografía y el asunto. En oposición a este frío historicismo e impulsada por el esfuerzo, detectado a partir de 1850, de traducir la visión de la naturaleza sin convencionalismos académicos y renunciando a efectismos románticos, surgió la llamada reacción naturalista.