En 1836 se aprobó el proyecto y las obras de una nueva plaza pública en la que era la huerta y enfermería del convento de San Francisco. Empezó el proyecto el prestigioso arquitecto Torcuato Benjumeda. Los trabajos continuaron posteriormente bajo la dirección y planos de Juan Daura, y la plaza quedó estructurada en forma cuadrada con cuatro calles diagonales que se cruzaban en el centro formando una glorieta, destinándose el espacio de entre calles a jardines. A falta de dinero municipal la obra hubo de financiarse con fondos recaudados de los materiales de derribo de la antigua enfermería pública y de la aportación de los propios vecinos de la plaza. Acabada el año siguiente, la Corporación Municipal decidió colocar en el centro una estatua del general Espoz y Mina, héroe de la guerra de la Independencia, hoy desaparecida. El nombre de la plaza viene de este general, ya que siempre se llamó Plaza general Espoz y Mina, aunque después de la guerra civil se rotuló como Generalísimo Franco. |