Grabado de 1713 que representa una cruz-relicario. En el centro se encuentra el Lignum Crucis. (Colección particular)

La devoción en torno a la Cruz en la que Cristo fue crucificado es casi tan antigua como el propio cristianismo. Como desarrollo natural de esta devoción, surge desde muy antiguo la cofradía dedicada al culto a la reliquia de la Verdadera Cruz de Cristo o Lignum Crucis. Este trabajo recoge grabados inéditos de principios del siglo XVIII que son testimonio de este culto.

Según la tradición, Santa Elena, madre del Emperador Constantino, tras convertirse al cristianismo, se dirigió a Tierra Santa para visitar los lugares donde aconteció la pasión de Jesucristo. Fundó numerosas iglesias y se propuso encontrar las reliquias del Salvador. Durante varios meses estuvo en el monte Gólgota y tras recibir una divina inspiración, señaló el lugar donde se desenterró la tabla que estuvo clavada en lo alto de la cruz. Continuando con la excavación, poco después apareció una cruz que, al obrar milagros curativos, confirmó que era realmente la cruz donde estuvo clavado Cristo.