Foto: © Archivo CadizNet Cristo de la Humillación

Es ésta una corporación nacida allá hacia el año 1721, pero sus reglas y constituciones fueron aprobadas por el obispo Fray Tomás del Valle en el año 1758 y sancionadas por Real Consejo de Castilla.

Poetas, escritores políticos, militares, jefes de estado, todos quisieron ser hermanos del dulce Cristo de la Piedad y músicos le compusieron cantigas y lo de militar le viene al Rey de la Paz, por la sencilla razón de haber pertenecido a su cofradía, como hermano, a Don Manuel González Guiral, Teniente General de la Real Armada del Océano y Presidente de la Real Audiencia y Casa de Contratación de Indias, que fue el que le rogó al rey perteneciera a la misma y le otorgara el título de real.

Y nace la corporación pasionista, en la antigua ermita de Santa Catalina y aunque la tradición lo cuenta, ni el inglés en 1596 atacó la imagen del Santo Cristo ni a Salcillo se debe su hechura.. El Cristo de la Piedad es una imagen del siglo XVIII, debida al genovés Francesco María Mayo y pasó por varios templos gaditanos como el Carmen o San Agustín, para acabar en Santiago rodeado de la tierna y bellísima Virgen de las Lágrimas, de la afligida Magdalena y del varonil San Juan.

Y la pasión, según Cádiz, o al revés, quiere darle culto igualmente a Cristo en su Humillación o prendimiento, a través de una devota escultura de escultores sevillanos. Y esta corporación pasionista, procesionó al Cristo de la Humillación entre mayores durante varios años y parece que, en un próximo futuro, piensa hacerlo también