Foto: © José Mª. Collantes González

Otra costumbre característica de la Semana Santa de Arcos son los pregones -representaciones teatrales recitadas junto con la procesión-, con temas alusivos a la pasión de Cristo.

Los armaos son la parte más pintoresca de la Semana Santa arcense. Son cuadrillas de romanos que visten según el color de la cofradía; azul los de San Antonio, verde los de Vera-Cruz, morado los del Nazareno y Rojo los del Dulce Nombre.

Y termina la Semana Santa con la Resurrección. La cofradía de la Soledad tiene en propiedad un Cristo Resucitado que se encuentra en el ático del retablo de la Santa Cena, obra de Pedro de Heredia en 1575 por convenio con Leonor de Ayllón, hermana de la cofradía de la Soledad. Pero evidentemente este se queda en la iglesia de San Pedro y el que sale es el Niño Jesús vestido de gloria y portando su bandera de triunfo que un día viniera de Roma para quedarse en esta tierra, escenario perfecto para la Semana Santa.