Libro impreso en Sevilla, en 1718, a favor de la Parroquia de San Pedro

En 1712 vuelve a aflorar la cuestión y el Provisorato dictó sentencia el 4 de mayo de 1718 por la que se mandaba a la Parroquia de San Pedro se atuviese a las preeminencias que de antiguo había disfrutado la de Santa María.

La reacción de los clérigos de San Pedro no se hizo esperar; apelaron la sentencia y fue admitida. El veredicto fue que ninguna de las dos parroquias habrían de señalarse en lo sucesivo con títulos que supongan primacía con respecto a la otra.

El clero de Santa María, disconforme con la sentencia, apela al Sacro Tribunal de la Rota Romana el 13 de mayo de 1720.

Como las cosas de palacio van despacio, y para que el asunto tenga un final, en 1760, el Clero de Santa María decide otorgar un poder para ir a Roma a D. Clemente Antonio de Baena y Manzano, Presbítero de la Iglesia de Santa María, y presentarse ante el Papa en el Tribunal Superior de la Sacra Rota para validar la sentencia de 1718.

El viaje, que duró 6 años, no fue en balde y el 18 de julio de 1764, Clemente XIII firmaba la definitiva sentencia a favor de la Parroquia de Santa María, otorgándole los títulos de Mayor, más Antigua, Matriz y Prioral.