| Foto: © José Mª. Collantes González | | Las escalinatas de piedra que conducen al rellano donde se asienta la Iglesia datan de 1732. La fachada principal muestra una gran portada en la que convergen el gótico final y el naciente plateresco. Está enmarcada entre dos contrafuertes, en forma de pináculo gótico adornado con doseletes. La puerta es adintelada, enmarcada por tres arquivoltas. Sobre ellas se encuentran escudos catedralicios sostenidos por leones rampantes. Una cornisa separa esta zona de la superior, sobre la que aparecen dos arcos de medio punto adornados con cenefas, y sobre ellos otros dos arcos, a los que asoman ventanas circulares. En el ábside, donde anteriormente estuvieron asentadas las torres más antiguas, que datan de los siglos XV y XVI, puede apreciarse una estrecha faja de lacería mudéjar y arquillos dobles entrelazados. Ya en la plaza, de cara al frente sur de la iglesia, podemos ver tres partes bien diferenciadas, de derecha a izquierdas: renacentista, dieciochesca y gótica inicial. |