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Historia: El Cádiz de Las Cortes
Promulgación de la Constitución de 1812 (Cádiz)
Apartado: 
La convocatoria a Cortes
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Cadiz:Mexía Lequerica (1777-1813) Diputado de las Cortes de Cádiz por el Virreinato de Nueva Granada. Recordado por ser un gran orador, tuvo a su cargo la redacción de los artículos dedicados a la libertad de imprenta
Mexía Lequerica (1777-1813) Diputado de las Cortes de Cádiz por el Virreinato de Nueva Granada. Recordado por ser un gran orador, tuvo a su cargo la redacción de los artículos dedicados a la libertad de imprenta

La Junta de Gobierno del Reino de España publicó la convocatoria a Cortes en Octubre de 1809. Previamente, Calvo de Rozas había elaborado un manifiesto al país que no fue aprobado por la Junta. Tal vez por esta razón, la convocatoria se articuló buscando un mayor consenso: se constituyó una Comisión de Cortes, encargada de elaborar los temas y procedimientos que debían seguirse en la asamblea, y se consultó a 150 instituciones y personas distinguidas, que trabajaron en comités (Hacienda, Instrucción pública, Iglesia, etc.).

En este tiempo se produjeron numerosas consultas a ayuntamientos, universidades, obispos, tribunales y particulares. Entre todas estas partes, destacaban las voces de quienes pedían límites al poder absoluto del rey, división de poderes, fortalecimiento de las instituciones, desaparición de los privilegios estamentales, abolición del tormento, estructuración de ayuntamientos y diputaciones, etc. 

Debido a la imparable progresión de las tropas francesas, la Junta de Gobierno se trasladó desde Sevilla a la Isla de León, nombrándose una regencia de cinco personas, que finalmente sería disuelta. Posteriormente, el 24 de septiembre de 1810 fueron convocadas las Cortes Extraordinarias, en el Teatro de San Fernando, ya que en Cádiz se padecía por entonces una epidemia de fiebre amarilla. De inmediato, y ante la disolución de la regencia, las Cortes decretan el principio de la representación nacional y su condición de depositarios de la soberanía de la nación. 

Autor: Juan Luis Candón