Venerable Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Amor y Nuestra Señora de la Esperanza

Foto: © E. Christian Moreno

Sale de San Francisco el Amor y ya está todo un amplio sector de la ciudad en pie de devoción al Nazareno de sus fervores, el de la túnica blanca.

Y la plaza, recoleta y preciosa, de San Francisco, es una apretada piña en torno a las puertas del convento y de él sale ese Nazareno fino y elegante, inclinado, sufriente y doliente, cargado con la cruz. Y parece el Nazareno una obra pensada y tallada con mucha unión y así fue, pues su autor, un magnífico escultor sevillano, José Rivera García, quiso entregar a los frailes de San Francisco una justa escultura, ni demasiado dramática ni demasiado impersonal, y de esos pensamientos salió este precioso Nazareno del Amor de los franciscanos de Cádiz, que pagaron a su autor la increíble cifra, así pedida por él, de 1.000 ptas, pero mil pesetas del año 1940.

Y durante muchos años, desfiló solo el Señor, pero pensaron los hermanos que sería bueno poner detrás una dolorosa y se acordaron que existía una que fue la cotitular de la cofradía del Señor de la Salud, el de las cigarreras, y que ya retirada del culto, a ellos les podía venir bien. Y así fue y de nuevo la Virgen que tallara Luis Jiménez Fernández, un humilde y honrado escultor isleño, ocupó su sitio de honor al lado del Nazareno blanco del Amor tanto en la capilla como en la estación penitencial del Lunes Santo gaditano, lunes franciscano por excelencia igual que es lunes viñero y lunes de la Alameda., cuando la semana ya se va encarrilando hacia el culmen del jueves y hacia la madrugada más sentida vivida por los gaditanos.