Foto: © Archivo CadizNet En el desfile procesional, dentro de su urna de plata, no es posible observar al detalle el impresionante rostro de la talla del Cristo Yacente que reproducimos aquí

La joya de la cofradía es la urna de plata debida al orfebre gaditano Don Manuel Ramírez y Serrano; una obra del XIX gaditano, llena de dificultades y de gastos. Parece imposible pensar hoy que, en un siglo lleno de dudas y de inquietudes y de crisis, una cofradía, sin más ayuda que la de los donativos, pudiera construir una joya como es la sagrada urna procesional.

El Cristo Yacente es una obra del imaginero toledano Francisco de Villegas realizada en el siglo XVII.

Y si este desfile cierra la Semana Santa gaditana, nosotros vamos a seguir mostrando las cofradías -cuatro tan sólo- nacidas durante la centuria del XVII, prestigiosas, veneradas, evocadoras, con reminiscencias de Ultramar, ricas ayer en preseas y ricas hoy en devotos y en hermanos y con unos perfectos desfiles por nuestras calles.